QUE ES EL APOSTOLADO?
Hacer apostolado significa compartir, significa guiar,
significa iluminar a todos los que te rodean para que todos lleguen a su fin,
que es Dios
A todos nos ha sucedido alguna vez que, al asistir a un
espectáculo muy bueno o ir de viaje a un lugar hermoso —o al conocer y platicar
con alguien famoso—, inmediatamente surgen en nosotros deseos de platicárselo a
los amigos, de compartir esa experiencia con aquellos que queremos.
Cuando estás emocionado con algo, quieres hablar de ello
todo el día y con todas las personas que te encuentres. En eso consiste el
apostolado: hablar de ese tesoro que has encontrado, de ese camino a la
verdadera felicidad que has descubierto.
El apostolado es una señal de amistad. Sería muy egoísta
guardarte el secreto para ti solo dejando que tus amigos se vayan por rutas
incorrectas. Hacer apostolado significa compartir, significa guiar, significa
iluminar a todos los que te rodean para que todos lleguen a su fin, que es
Dios.
Sin embargo, tal vez en este momento te hagas una pregunta:
¿de qué manera puedo asumir mi llamado al apostolado?
Hay diversos tipos de apostolado
• El apostolado del testimonio: consiste en actuar siempre
bien, en privado y en público; en convencer a los demás del camino a seguir,
caminando tú primero. Que al verte feliz y realizado los demás deseen seguirte
e imitarte.
• El apostolado de la palabra: consiste en hablar de lo que
has descubierto. Puedes realizarlo escribiendo libros, dando conferencias o en
pláticas informales, durante un rato de convivencia o en la comida, en donde
compartas con los demás tus experiencias y tus conocimientos sobre el camino a
la felicidad.
• El apostolado de la acción: consiste en organizar, dirigir
o colaborar en alguna obra o acción específica de ayuda a los demás. Esto se
puede realizar a través de la acción social, las misiones o cualquier otra
acción que dé a conocer a Dios a los demás.
• El apostolado de la oración y el sacrificio: consiste en
orar, rezar y sacrificarse por los demás. Muchas veces te encontrarás con
personas a las que es imposible convencer mediante las palabras o el
testimonio. Con ellas, necesitas más que nunca el poder de Dios, recurrir a Él
y pedirle su ayuda.
En cierta ocasión los discípulos de Jesús llegaron con Él
muy desanimados por no poder sacar un demonio, y Cristo les contestó: "Ese
tipo de demonios sólo pueden expulsarse con la oración y el sacrificio".
(Mt. 17, 21)
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