La palabra Rosario significa "Corona de Rosas".
Nuestra Señora ha revelado a varias personas que cada vez que dicen el Ave
María le están dando a Ella una hermosa rosa y que cada Rosario completo le
hace una corona de rosas. La rosa es la reina de las flores, y así el Rosario
es la rosa de todas las devociones, y por ello la más importante de todas.
El Rosario está compuesto de dos elementos: oración mental y
oración verbal.
En el Santo Rosario la oración mental no es otra cosa que la
meditación sobre los principales misterios o hechos de la vida, muerte y gloria
de Jesucristo y de su Santísima Madre. Estos veinte misterios se han dividido
en cuatro grupos: Gozosos, Luminosos, Dolorosos y Gloriosos.
La oración verbal consiste en recitar veinte decenas (Rosario
completo) o cinco decenas del Ave María, cada decena encabezada por un Padre
Nuestro, mientras meditamos sobre los misterios del Rosario.
La Santa Iglesia recibió el Rosario en su forma actual en el
año 1214 de una forma milagrosa: cuando Nuestra Señora se apareciera a Santo
Domingo y se lo entregara como un arma poderosa para la conversión de los
herejes y otros pecadores de esos tiempos.
Desde entonces su devoción se
propagó rápidamente alrededor del mundo con increíbles y milagrosos resultados.
Siendo un sacramental, el Santo Rosario contiene los
principales misterios de nuestra religión Católica, que nutre y sostiene la fe,
eleva la mente hasta las verdades divinamente reveladas, nos invita a la
conquista de la eterna patria, acrecienta la piedad de los fieles, promueve las
virtudes y las robustece. El Rosario es alto en dignidad y eficacia, podría
decirse que es la oración más fácil para los sencillos y humildes de corazón,
es la oración más especial que dirigimos a nuestra Madre para que interceda por
nosotros ante el trono de Dios.
El Santo Rosario prolonga la vida litúrgica de la Iglesia
pero no la sustituye, al contrario enriquece y da vigor a la misma liturgia. Es
por ello, que el Santo Rosario se enmarca como una plegaria dentro de la religiosidad
popular que contiene un gran tesoro de volares que responde con sabiduría
cristiana a los grandes interrogantes de la existencia.
El pueblo latinoamericano es profundamente Mariano, reconoce
con una gran sabiduría popular católica, que llegamos a Jesús Salvador a través
de María Santísima su Madre y desde los mismos tiempos del descubrimiento y de
la conquista de América, se generó una gran devoción por la Virgen María; en
Ella, nuestros pueblos siempre han mirado el rostro maternal de quien nos trajo
la salvación y con la primera manifestación explicita de la Reina del Cielo en
tierra americana, con rostro y figura de mujer mestiza, en México, se acrecentó
aun mayor el amor y la devoción a ella en todos los países hispano parlantes,
reconociéndola como nuestra propia Madre, llena de amor, de misericordia y de
piedad para con sus hijos. Sentimiento que va en relación directa con el origen
mismo de la Maternidad Divina: María es Madre de Dios Redentor es también
verdaderamente la Madre de todos los miembros de Cristo, porque Ella colaboro
con su amor a que nacieran en la Iglesia, los creyentes, miembros de aquella
cabeza que es Cristo.
El paso del tiempo, las costumbres modernas, y la innovación
de formas de oración, no pueden dejar a un lado el rezo del Santo Rosario. De
hecho, los Santos Padres y los Santos han tenido una profunda devoción a este
sacramental, nosotros como católicos y como amantes de la Reina del Cielo hemos
de ser fervientes devotos del Rosario. Es digno de recordar que la familia que
reza unida permanece unida, Que la recitación piadosa y consciente del Santo
Rosario nos traiga la paz al alma y nos una más estrechamente a María para
vivir auténticamente nuestro cristianismo.
Te invito a rezar el Santo Rosario desde el fondo de tu corazón por las intenciones que necesites y comentar cuales han sido tus experiencias con esta "arma poderosa" de nuestra Fe
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