LA DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA (Catecismo de la Iglesia Católica)
La dignidad de la persona humana está enraizada en su creación a imagen y semejanza de Dios (artículo primero); se realiza en su vocación a la bienaventuranza divina (artículo segundo).
Corresponde al ser humano llegar libremente a esta realización (artículo tercero). Por sus actos deliberados (artículo cuarto), la persona humana se conforma, o no se conforma, al bien prometido por Dios y atestiguado por la conciencia moral (artículo quinto). Los seres humanos se edifican a sí mismos y crecen desde el interior: hacen de toda su vida sensible y espiritual un material de su crecimiento (artículo sexto). Con la ayuda de la gracia crecen en la virtud (artículo séptimo), evitan el pecado y, si lo han cometido recurren como el hijo pródigo (cf Lc 15, 11-31) a la misericordia de nuestro Padre del cielo (artículo octavo). Así acceden a la perfección de la caridad.
La dignidad del hombre nace del hecho de haber sido creado por Dios a su imagen y semejanza, haber sido reconciliado por Cristo y estar llamado a la Bienaventuranza del Cielo.
Es tanta la dignidad del hombre, que el Concilio Vaticano II afirma que el hombre es la "única criatura en la tierra a la que Dios ha amado por sí misma" (Gaudium et Spes, 24,3).
El hombre, ayudado por la gracia y usando bien de su libertad, puede identificar su voluntad con la voluntad e Dios, pues "Lo que Dios quiere es siempre lo optimo" (Santo Tomas Moro a su hija Margarita).
¿De dónde nace la dignidad del hombre?
La dignidad del hombre nace de ser creado por Dios a su imagen y semejanza, de haber sido reconciliado por Cristo y de estar llamado, mediante la gracia, a alcanzar su plenitud en la bienaventuranza del cielo.
¿Cómo puede el hombre llegar a la felicidad del cielo?
Mediante el ejercicio de su libertad, practicando el bien, cumpliendo en su vida el amoroso plan que Dios tiene para él.
¿Qué es la libertad?
La libertad es la capacidad que tiene el hombre de ejecutar por sí mismo acciones deliberadas. La libertad es en el hombre signo eminente de la imagen divina.
¿Cuándo la libertad humana alcanza su grado máximo?
La libertad humana alcanza su grado máximo cuando el hombre descubre el pan de amor que Dios tiene para él y lo vive plenamente en su actuación diaria.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario